Si esta pregunta me la hubiese formulado hace unos diez años, sin duda alguna hubieses dicho que verme al espejo, cabe señalar que era talla diminuta y me sentía la última coca cola en el desierto, y que en ese entonces no tenia corazón, pero si un caparazón hermoso, y esa vanidad me llevo a tener hasta tres hombres al mismo tiempo, cosa que hoy en día me arrepiento, lo sé el karma se paga.
En ese entonces estaba en una relación con Louis un hombre 14 años mas grande que yo, y el cual me parecía mas que perfecto, el fue en un momento de rabia, el que se encargo, de bajarme de mi nube, recuerdo que cuando termino la relación conmigo y termino diciendo que yo era la mujer mas fea con la que jamás había estado…. Ufff vaya golpe bajo, y lo peor de todo fue que se la compre completita y a precio de oro, después de él, pase una etapa de depresión fatal donde de ser talla diminuta, pase a ser talla revienta… usando ropa dos tallas mayor a la mía en medio año y en ascenso, después de Louis tuve dos relaciones poco significativas que terminaron siendo amistad, y fue cuando apareció Ricardo, si si el mismo gilipollas del que en alguna ocasión hemos hablado, pero vamos que en esa época era el príncipe encantado de los cuentos de hadas, me enseño a ver que yo de verdad era una mujer hermosa y a recuperar de alguna manera un poco de la autoestima que hasta ahora había perdido e inicios una de las mejores relaciones que he tenido con un final poco menos que feliz, pero lo importante aquí es que cambio mi vida para bien, diría yo.
En ese inter de tener una relación a distancia con el, retome la amistad con Matt un violinista algunos años mas pequeño que yo, y con el cual había tenido un noviazgo poco fructífero a mi simple vista, recuerdo que en una salida que tuvimos Matt me tomo de la mano y me dijo, espero que no te enfades por lo que diré, bien se que no quieres mas que ser mi amiga, pero tu me gustas mucho, todas las mujeres con las que he salido siempre se están quejando de que si están gordas o flacas, feas o bonitas y tu no eres así, simplemente aceptas lo bella que eres y se lo demuestras al mundo y eso me encanta
Vaya no podía creer lo que me estaba diciendo, si yo misma ni si quiera soportaba verme al espejo, y fue cuando pensé que buena actriz soy, al mundo le vendo mi papel de “yo me amo” cuando en el fondo lo único que digo de mi misma y de mi apariencia son cosas feas
En ese momento comprendí que Matt y muchos hombres no ven los kilos que decimos tener de más o si estamos flacas o gordas, bonitas o feas, si no la seguridad que proyectes en el medio en el que te desenvuelves.
El precio de mi autoestima fue, comprender que soy una mujer imperfecta, luchando todos los días contra mis propios ojos, pero al final del día amándome tal y como soy, sé que algún día llegara ese hombre imperfecto que me ame solamente a mi, mientras tanto sigo en la lucha de verme todos los días hermosa a pesar de las circunstancias.
La pregunta de hoy es:
¿Cuál es el precio de la tuya?
¿Por qué cosas has tenido que pasar, para amarte tu misma?
gracias hermosa
ResponderEliminarEl precio por amarme...
ResponderEliminarEl que tube que pagar fue caro... haber acariciado la mano de la muerte fue como abrir los ojos a la realidad, una realidad muy cruel... si, yo tambien caí por un hombre, pero no, él no fue el único que lo hizo, detras de él habia mucha gente que directa o indirectamente me habían hecho creer el ser mas horrible que pudiera haber sobre la tierra; odiaba que me tomaran foto, y evitaba mirarme al espejo... ahora despues de mucho tropiezos, muchas levantadas y muchas promesas a mi misma, he podido sentarme para charlar conmigo misma, para pedirme perdón y perdonarme, por todos errores cometidos, por que ahora me quiero y me acepto tal cual soy, me falta mucho (la coraza que he cargado por muchos años como segunda piel no es tan fácil de eliminar) pero se que voy por buen camino...
Entendi que nadie por mucho que le ames (llamesem novio, esposo, hermano, amigo, etc.), tiene el derecho de hacerte sentir mal contigo misma y atentar contra la vida misma...